lunes, 17 de septiembre de 2007

Libertad y autonomía

Este año se cumplen 197 años de la guerra de independencia de México. Este evento me hace pensar sobre la importancia del concepto libertad, especialmente dentro del ámbito educativo.

La historia de la humanidad nos muestra, de cuando en cuando, la búsqueda y ampliación de la libertad de las sociedades y los pueblos. La revolución francesa dió pie a los derechos del hombre y del ciudadano, la revolución de los Estados Unidos de Norteamérica afianzó los gobiernos democráticos. En 1821 México se proclamó como páis independiente, democrático y autónomo. La ampliación de las libertades sigue con el derecho de las mujeres al voto, la libertad de expresión, etc. En 1959 se proclaman los derechos del niño.

¿Qué significa la autonomía? Hace algunos años Constance Kamii, discipula de Jean Piaget, escribió un importante texto llamado La autonomía como finalidad de la educación. En este texto analiza las implicaciones que tiene para la educación y el educador el aceptar que los niños y niñas desarrollan su propia autonomía. Para Kammi la autonomía significa gobernarse a sí mismo. Es lo contrario de heteronomía, que significa ser gobernado por los demás. Citando a Piaget:
"La autonomía...... aparece con la reciprocidad, cuando el respeto mutuo es suficientemente fuerte para hacer que el individuo sienta el deseo de tratar a los demás como él desearía ser tratado;... la autonomía moral aparece cuando la mente considera necesario un ideal que es independiente de cualquier presión externa. Por lo tanto, no puede haber necesidad moral fuera de nuestras relaciones con los demás".
Desde este punto de vista, la moral heterónoma no es deseable, porque implica la obediencia sin crítica a reglas y a personas con poder. La moral autónoma está basada en la coordinación de los puntos de vista de los demás. Una persona moralmente autónoma no sólo toma en cuenta el punto de vista suyo y el de su jefe, sino el de las otras personas afectadas por su conducta.

La pregunta más importante para educadores y padres de familia es: ¿Qué hace que algunos niños lleguen a ser adultos autónomos? La respuesta de Piaget es que los adultos refuerzan la heteronomía natural de los niños al utilizar el castigo y la recompensa, y estimulan el desarrollo de la autonomía cuando intercambian sus puntos de vista con los niños al tomar decisiones. Entonces, ¿los centros escolares y los educadores promueven la autonomía y libertad de los niños y las niñas? ¿Cuántas veces no recordamos los estilos autoritarios de profesores y directores de nuestras escuelas? ¿No vemos con demasiada frecuencia que en las escuelas es más importante la disciplina que el aprendizaje y la curiosidad? Kamii lo describe de la siguiente forma:
Con frecuencia, en la escuela, al alumno se le desalienta el pensar en forma autónoma. Déjenme explicar lo que esto significa. Los maestros de primaria gastan mucho tiempo desarrollando hojas de trabajo para sus alumnos. Por ejemplo, desde el punto de vista de los alumnos, las matemáticas se convierten en "responderle las preguntas al maestro, para las cuales él ya tiene respuestas".
Estas prácticas siguen siendo moneda corriente en los sistemas educativos del mundo, no sólo de México. La paradoja consiste que son los profesores los que menos ejercen su libertad y su autonomía.

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