Muchas de las veces algunos adultos consideramos que los infantes por el simple hecho de ser niños no saben y no conocen de la vida sin embargo en mi experiencia al trabajar con ellos y compartir sus juegos, costumbres y creencias me di cuenta que al igual que los jóvenes y adultos tienen una manera propia de ver, vivir y sentir la vida y quizás a pesar de las condiciones tan precarias en las que ellos puedan vivir siempre tienen una actitud y chispa positiva para ver el mundo diferente y recrearlo a través de sus tantos juegos de su inventiva, dándole así un sentido a su vida a través del disfrute y la aventura generados por esa ávida sensación por conocer lo que les rodea, admirándose de lo que ven, huelen, sienten y escuchan….Como es el caso de Carlos a quien le gusta tanto jugar en esta ventana que decide posar en ella y hacerse presente, y hacer presente una interpretación de lo que vive y siente lo cual demuestra una filosofía de vida llena de sensibilidad y de imaginación que se puede contagiar fácilmente solo si nos damos la oportunidad de conocerlos y hacerlos presentes.
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