jueves, 22 de noviembre de 2007

Padres… ¡bien Padres!

Cuando nos detenemos a observar a los niños y las niñas, podemos darnos cuenta: en su mirar, en su actuar, en su forma de convivir, en su platicar, etc; de rasgos que nos dicen mucho acerca de las personas que los cuidan, es decir, de sus padres (no sólo me refiero a sus progenitores, sino también a las personas que los cuidan por diversas circunstancias) son ellos los que intervienen de forma elemental en su desarrollo personal y social, siendo su núcleo familiar el primer contacto con el mundo, pero fundamentalmente son el apoyo para sus hijos.


Los padres intervienen para que los niños y las niñas se sientan apoyados, un ejemplo de ello es en las representaciones que se hacen en las escuelas en donde piden a los padres vestir a sus hijos del personaje que se les asigno, si bien ya el vestir a su hijo con el ingenio y creatividad, porque hay que decir que los padres son hasta modistas, ya que con los materiales que tienen en casa, elaboran el atuendo adecuado para la ocasión. Sin embargo la tarea de los padres de familia para apoyar a sus hijos en ese acto cívico no termina ahí, pues al comentar la maestra de lo que se va ha realizar en la ceremonia, los padres voluntariamente se ofrecen a realizar las escenografías, traer toda la utilería necesaria, además de estar más temprano el día del evento para colocar todo. Todo este acto representa un gran esfuerzo para los padres, que va desde encontrar lo requerido, llevar los objetos que se ofrecieron a traer, para que la representación sea lo más real posible y además llevar consigo, el uniforme para cambiar a sus hijos cuando termine el evento.

Todo este apoyo y esfuerzo tiene una única inspiración y recompensa, la cual es ver en escena a sus retoños y enseñarles el valor de la responsabilidad y cooperación. Es verdaderamente sorprendente la capacidad de amar de los padres que pese a las múltiples ocupaciones y preocupaciones, en su mente esta cumplir con sus hijos, muy a pesar de que a algunos de ellos no hayan contado con ese apoyo cuando eran niños, esta ruptura de esquemas es admirable y que sin duda se ve y se verá reflejado en sus hijos.


¡Gracias padres de familia que son concientes de su importante papel!

martes, 20 de noviembre de 2007

Jugar como oficio

Una de las actividades más complejas en los niños y las niñas es el juego. El juego es una constante transacción entre imaginación, creatividad y construcción de reglas.

Siempre resulta una sorpresa el resultado al que llega un grupo de niños reunidos, tramando alguna aventura.


Después de discutir brevemente comienza la acción. Como se puede observar estas acciones no son desorganizadas o azarosas, responden a complejas pautas que permiten la articulación de los jugadores. Correr, gritar y reir son parte sustantiva de jugar.



Deberíamos reflexionar con mayor detenimiento las razones por las que en los centros educativos y en los espacios públicos de las ciudades y los poblados casi siempre el juego es prohibido y castigado.

Hoy, el mundo esta creando una nueva forma de sociedad y no necesitamos niños y niñas obedientes; los retos del cambio cultural y tecnológico sumados al cambio climático requieren de niños y niñas preparados para la innovación y la transformación acelerada.



¿Cuantos adultos estamos preparados para el futuro próximo? ¿No es el juego una forma de preparación para el futuro?

viernes, 16 de noviembre de 2007

Jugando y creciendo con libertad



Desafortunadamente nuestra sociedad, y en particular, el sistema educativo predominante, ha pretendido suprimir el juego, tomándolo como una actividad secundaria.


Algunos dirán “pero si a mi hijo le están enseñando a través del juego en su escuela.” Cierto, pero no necesariamente es el juego natural o libre que practican los niños naturalmente, sino más bien uno planificado con una finalidad académica en particular.


A través del juego natural o libre un niño se adentra en un mundo social, en un mundo de adultos, sin sufrir consecuencias mayores por sus errores. A través de dicho juego aprenden las complejas destrezas sociales de roles, sensibilidad, respeto y empatía hacia los demás, solución de problemas, control de emociones, superación de presiones sociales, comunicación efectiva, así como van reconociendo y definiendo sus fortalezas, cualidades y defectos personales y así vayan definiendo su rol en la sociedad. Un clásico ejemplo de este tipo de juego es jugar a “la casita,” donde los niños asumen roles y trabajan con distintas situaciones que simulan el mundo adulto.


“Fomentemos el juego natural o libre”

viernes, 9 de noviembre de 2007

Pensamiento sofisticado de los niños y las niñas


Hay un libro que releo constantemente y se llama Sócrates Café: un soplo fresco de la filosofía de Christopher Phillips. Me gusta especialmente cuando relata sobre sus conversaciones filosóficas con los niños y las niñas. Aquí un fragmento:

"Los niños así como son capaces de establecer sutiles distinciones entre la honestidad y la deshonestidad, entre la verdad y la mentira, también conocen a la perfección la diferencia entre tratar de responder a una pregunta filosófica de corazón -es decir, dedicándose a ello en cuerpo y alma, aplicando todo su potencial imaginativo y crítico- y limitarse a ofrecer tibiamente la primera respuesta "típica", legítima o no, que en ese momento les venga a la mente. "!Vale, muy bien! -puede decir un adulto-, pero eso no es cierto, en la medida en que están hablando como seres que todavía tienen que desarrollar unos criterios más sofisticados." ¿Ah, sí? Pues lo cierto es que sí que tienen criterios sofisticados, y el hecho de mantener un diálogo socrático con ellos les da la oportunidad de demostrar en qué medida sus puntos de vista también lo son."

sábado, 3 de noviembre de 2007

¿Porqué se drogan los niños de la calle?

Investigación realizada por mi alumno Arturo Luna Martínez de la Lic. Ciencias de la comunicación


Al preguntarles esto a 10 niños de 8 a 11 años de edad que viven en los suburbios de la ciudad de México nos encontramos con respuestas como: Me da valor para robar, para tener más confianza al pegarle a otros, para que cuando te pillen robando y te peguen no sientas dolor, para olvidar los problemas y ser feliz, para tener ideas para buscar dinero, te ayuda a dormir, para no sentir dolor, te hace más valiente y así te peleas con alguien que no quiere pagarte tus servicios (respuesta de una niña que se dedica a la prostitución), para cuando tengas que robar a alguien no lo veas como algo malo, para cuando robas no pienses y así no te sientas mal.

Esto es solo una pequeña muestra de lo que sucede en las calles de nuestra ciudad, ¿Qué hay que hacer? promover medios que lleven a los niños a tener mejor calidad de vida o simplemente empezar por la raíz, educando y fomentando los medios anticonceptivos o bien conscientizando que el concebir a un ser humano no es solo eso, sino también poder brindarle calidad humana.

jueves, 1 de noviembre de 2007

CELEBRACIÓN DEL DÍA DE MUERTOS

México es un país rico en tradiciones que se conmemoran ó celebran a lo largo del año, el mes de noviembre no es la excepción. Los días 1 y 2 de éste mes los mexicanos rendimos culto a nuestros difuntos ó a la muerte en sí. Una forma de darles culto es a través de la típica ofrenda, que se coloca en nuestras casas, en algunas escuelas también las ponen para enseñarles a los niños y a las niñas el amor y el respeto por nuestras tradiciones.

Para acercarme un poco al significado que los niños le dan a estas fechas platiqué con David (de 8 años), le pregunte: ¿Qué es el día de muertos? él me comentó:

“El día de muertos es como el día del niño… los muertos pueden hacer lo que quieran, es su día, en la casa les ponemos la ofrenda para que cuando lleguen ellos respiren la comida que les pusimos, por eso debemos ponerles cosas que les gusten.”

Le pregunte también: ¿Qué te gusta más hallowen ó el día de muertos?

“Me gusta más día de muertos, porque vienen nuestros seres queridos que están en el cielo y hallowen sólo es para que te den dulces, como dicen los niños en Estados Unidos: truco o dulce.”

Con estas palabras David nos demuestra que nuestras tradiciones van más allá de salir a pedir dulces, que son parte de nuestra cultura e identidad como mexicanos.




Fotografías de David