En la lectura que hice el día de hoy, antes de mostrarles el libro hablamos un poco de los amigos y los enemigos. Para ellos los amigos son los que juegan con ellos, los que se llevan bien con ellos, los que los quieren. Los enemigos son los que les quitan sus cosas, les pegan, son novios de la niña que les gusta, no los quieren, son malos. Para deshacerse de un enemigo propusieron matarlo, pegarle, hacerse su amigo.Yo les comenté que en el libro había una receta de un pastel para enemigos, y entonces empezaron a proponer qué debería tener el pastel:
- Karen: “¡veneno!”
- Roberto: “¡pelos!”
- Luis: “¡una bomba!”
- Eduardo: “¡cemento!”
- Valeria: “¡gusanos!”
- Regina: “¡Insectos!”
- Itzel: “¡calcetines apestosos!”
- Adilene: “¡resistol!”
Al finalizar hablamos de cuál había sido el ingrediente secreto de esa receta y descubrieron que era la parte de pasar todo un día con el enemigo y ser simpático con él.
Hacer el dibujo y la receta del pastel para enemigos les gustó. La mayoría se esmeraron porque quedara delicioso. Aunque no todos quedaron convencidos del método y algunos de ellos entre los ingredientes agregaron un poquito de veneno. (ja!)

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