Durante los nueve meses de embarazo se pueden estimular los sentidos de un feto como son la audición, la visión, el tacto y el gusto.Esto se logra a través de estímulos externos, con las voces de sus padres; comienzan a hablar mucho más rápido, se calman y dejan de llorar con mayor facilidad, prestan más atención, y tienen un mejor seguimiento visual”.
También con la música clásica, la luz natural y artificial, las caricias al vientre, ejercicios físicos a realizar por la madre, etc., se propicia el nacimiento de niños con mayor capacidad de aprendizaje y superiores coeficientes de inteligencia: cordiales y seguros de si mismos, pues desde el vientre se le esta enseñando y cuando haya nacido todo le será familiar y por lo tanto más fácil de aprender.
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