Hoy fue un día muy especial, ya que los niños y las niñas con quienes trabajo y comparto parte de mi día y mi vida, una vez más me hicieron recordar que el 5 de enero es una fecha de gran trascendencia para todo aquel que es niño(a), pues por la noche llegan los reyes magos cargados de juguetes, es un día en el que el pasar de las horas de la tarde y la noche se hacen eternas, y con incertidumbre por saber si realmente esos personajes ya conocidos pero nunca vistos nos traerán lo que pedimos en las cartas que les elaboramos, cartas en las que se piden diversas cosas que van desde ropa, dulces y sobre todo juguetes. Esta no es una simple carta, es como dice Valentina: "Es mi tesoro", en el que depositamos todas nuestros deseos, esperanzas e ilusiones ya sea por tener el juguete o ropa que anhelo o bien por aquellas cosas menos superficiales pero de mucha trascendencia como lo expresado por Diego al preguntarle que le pediría a los reyes magos: "Les voy a pedir que me cuiden y a mi mamá y a mi papá y me manden amor,y dulces".
Y ese tesoro se quedara guardado por una noche en el zapato abajo del árbol de navidad, o en un globo esperando a que sea leído por aquellos seres mágicos que nos provocan tantas cosas, aunque en la mayoría de ellas, mucha alegría, aunque a veces no se cumpla lo que pedimos.
Considero que la reflexion que me dejaron los niños en este día es que nunca perdamos las esperanzas para obtener aquello que deseamos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario